Estrellas en el Bajo Aragón
La Luz de los Ancestros
Hablaba el otro día con una experta en el turismo de estrellas y me comentaba que en pocos lugares del hemisferio norte se puede ver la Vía Láctea con tanta claridad y definición como se ve en el Bajo Aragón. Me alegré, la verdad. Una cosa más para presumir de nuestra tierra.
Y es que, en ocasiones, la ubicación y la despoblación pueden jugar a nuestro favor. Me explico. La iluminación excesiva de las calles donde vivimos, de los monumentos que nos rodean o de nuestros edificios públicos provoca un brillo artificial en el cielo nocturno. Cuando los núcleos urbanos son más grandes, hay más calles por iluminar y más viviendas con las luces encendidas a todas las horas lo que provoca una contaminación lumínica que produce una pérdida de visibilidad del cielo nocturno. De modo que, igual que promocionamos turísticamente la amabilidad de los bajoaragoneses, la tranquilidad de nuestros pueblos o el silencio de nuestras calles (cualidades que son muy bien valoradas por los turistas que nos visitan) también podemos sacar pecho de la calidad de nuestro cielo. Un cielo que, si nos paramos a pensar, ha forjado nuestra identidad como bajoaragoneses mucho más de lo que creemos. Por ejemplo, nuestra fiesta por excelencia, la Semana Santa, tiene lugar la primera luna llena después del comienzo de la primavera. Y es que nuestros antepasados fueron conscientes de la importancia de los astros y así lo manifestaron en algunas de las construcciones que llevaron a cabo, como el túnel de la Vía Verde de Valdealgorfa. Dos veces al año, en el equinoccio de primavera y en el de otoño, el sol del amanecer se alinea con el túnel iluminándolo por completo.
¿Pero sabéis lo mejor de todo? Para poner en valor nuestro cielo no hacen falta grandes inversiones ni transformaciones de nuestros paisajes, es una forma fácil de que nuestros establecimientos turísticos puedan unirse a la promoción de nuestro destino como Starligth.
Para empezar a poner en valor nuestro cielo necesitamos un lugar cerca del pueblo con un horizonte despejado para que se vea la mayor parte posible de firmamento. Si es posible, al que se llegue por un camino en buen estado.
Desde hace algunos meses, la Asociación de Empresarios Turísticos del Bajo Aragón junto con el Parque Cultural del Maestrazgo y con la colaboración de Omezyma, estamos trabajando para colocar seis miradores astronómicos en lugares privilegiados que tenemos en nuestra comarca. Nos acompaña en esta aventura Maribel Aguilar, guía Starlight y directora de la empresa Tierras y Cielos Privilegiados, así como Luis Pitarque, un enamorado de la fotografía nocturna que, mientras todos dormimos, recorre con su cámara los rincones más sorprendentes de la provincia de Teruel. También contamos con el asesoramiento del departamento de Turismo de la Comarca del Bajo Aragón, ¿quiénes mejor que ellos para aconsejarnos en este ámbito?
Estamos ante un segmento de mercado en auge. Como ya os hemos contado en otras ocasiones el turismo de experiencias está en pleno apogeo. Salir al campo a hacer una ruta senderista y oler a romero y ver el buitre leonado, visitar una panadería y hacer pastas artesanas con el propietario, ver el cielo y conocer cuál es la estrella polar y las constelaciones más espectaculares.
Queremos que esta actuación sea un primer paso para que los bajoaragoneses sigamos creyendo en el enorme valor que tiene nuestro territorio, en el que cada día descubrimos nuestras propuestas en las que trabajar para atraer turistas. Estamos seguros que, más adelante y en colaboración con otras entidades, podremos seguir avanzando en este proyecto tan ilusionante. Porque si otros territorios han conseguido ver el potencial que tiene su tierra y saber transmitirlo a sus turistas, ¿por qué no íbamos a ser capaces nosotros?
Artículo publicado en La Comarca
15 de febrero de 2019