Cielos estrellados
La estabilidad de la atmósfera y la escasa contaminación lumínica que generan nuestros pueblos facilitan, entre otras razones, la contemplación del cielo nocturno en el Bajo Aragón. Y es que, en pocos lugares del hemisferio norte se puede ver la Vía Láctea con tanta claridad y definición como se ve en esta Comarca.
Además de contemplar numerosos objetos celestes, la Red de Miradores instalados en Valdealgorfa, Alcorisa, Los Olmos, La Mata de los Olmos, Mas de las Matas y Aguaviva, te permitirá conocer mejor nuestro territorio y nuestra unión con el firmamento.
Con el Sol, por ejemplo. Entenderlo ha sido fundamental para el desarrollo de todas las civilizaciones humanas, también para las que han poblado el Bajo Aragón. Y aquí, en esta Comarca, puedes vivir un acontecimiento casi mágico, un fenómeno que ocurre tras el amanecer en días próximos a los equinoccios de primavera y otoño. Durante apenas unos segundos, el Sol se alinea con la trayectoria del túnel de la Vía Verde Val de Zafán, en Valdealgorfa, y sus rayos atraviesan de Este a Oeste el túnel, generando un efecto realmente increíble.
¿Y con la Luna? Nuestra unión y dependencia con ella es total ya que estabiliza el clima terrestre y, por su atracción gravitatoria, da lugar a las mareas. Su presencia en el cielo, cambiante y cíclica, ha hecho que el ser humano la utilice de forma práctica (para generar calendarios) y como fuente de inspiración cultural y espiritual. La Semana Santa es un claro ejemplo de la importancia que la astronomía ha tenido y tiene en nuestra cultura. Y es que, si hay una fiesta que protagoniza la vida del Bajo Aragón, esa es la Semana Santa, cuya Ruta del Tambor y el Bombo es Fiesta de Interés Turístico Internacional. Además, en diciembre de 2018 la UNESCO reconoció el toque de tambor como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.